Título español: Cibergodzilla, máquina de destrucción |
Título americano: Godzilla versus the bionic monster (Godzilla contra el monstruo biónico) |
Título japonés: Gojira tai Mekagojira (Godzilla contra Cibergodzilla) |
Año: 1974 |
Duración: 84 minutos |
Música: Masaru Sato |
Director: Jun Fukuda |
Productor: Tomoyuki Tanaka |
Guión: Hiroyasu Yamamura, Jun Fukuda |
Intérpretes: Masaaki Daimon, Kazuya Aoyama, Akihito Hirata, Hiroshi Koizumi, Reiko Tajima, Shin Kishida, Hiromi Matsushita, Beru-Bera Lin |
Monstruos: Godzilla, Cibergodzilla, Anguirus, King Caesar |
Argumento: Un ser idéntico a Godzilla surge del océano. Se trata de un doble mecánico del rey de los monstruos que está controlado por una raza alienígena. En el equilibrado combate que se prepara, sólo una mítica criatura con aspecto de león gigante, King Caesar, puede ayudar a Godzilla a salvar a la humanidad de la destrucción total. |
Análisis:
Tras el absoluto fiasco de Gorgo y Superman se citan en Tokio, Toho comienza a desesperarse e intenta revivir a su decadente mito agarrándose a un tema muy de moda por aquellos tiempos en todo el mundo: los robots gigantes. En Japón, las series de televisión sobre androides descomunales abundaban muchísimo, y eran grandes éxitos de audiencia, como la famosaUltraman (sí, sí, ya sé que Ultraman no es un androide, pero su aspecto «Mazingeriano» y sus muchos enemigos robóticos cambiaron bastante el ambiente de la serie durante los años 70). También en España la fiebre «robótica» atacó con furia, lo que conllevó el estreno cinematográfico de una versión remontada de varios capítulos de la serie japonesa Maha Baron, con el curioso título de Mazinger Z, el robot de las estrellas. Así, tras el intento fallido con el patético Jet-Jaguar, Toho decide arriesgarse y crear un doble mecánico del rey de los monstruos, Cibergodzilla (Mecagodzilla para amantes de lo anglosajón), que resultó ser uno de los villanos más queridos por los fans y también uno de los más característicos de la serie. Cibergodzilla es como uno de aquellos viejos robots que tanto pudieron verse en la ciencia-ficción de los años 50, lleno de junturas «acordeón» y engranajes sucios, sólo que treinta veces más grande y agresivo. Su aspecto (bastante amenazador, por cierto) recuerda mucho a Godzie, y además está lleno de armas escondidas por todo el cuerpo al más puro estilo Mazinger Z. En un principio, Cibergodzilla aparece en el film como un gemelo idéntico al Gran G, y sólo los seguidores habituales de la serie pueden descubrir el engaño: la versión robótica emite un rugido extraño, casi mecánico, además de tener un comportamiento muy belicoso, que incluso le lleva a atacar al pobre Anguirus (que, como siempre, termina hecho unos zorros). Así, aunque Cibergodzilla máquina de destrucción es una agradable variación en medio de la mediocridad de los 70, el relativo fracaso en taquilla provocó de nuevo el desasosiego en la Toho, que agotó definitivamente su filón al próximo año con la agradable Godzilla contra Mechagodzilla.
Lo Mejor:
El extensivo uso de temas míticos y misteriosas leyendas orientales en CMDD, además de esa sub-trama de espías y agentes dobles, aporta al film un ambiente muy semejante al que tenían aquellas viejas películas de buscadores de tesoros (con mapa incluído) que mantenían en vilo al espectador durante dos horas. Por supuesto, eso hace que la película sea tremendamente entretenida, con rítmicas escenas de acción y marchosas persecuciones, además de un colorido brillante y un desarrollo lleno de secuencias en exteriores. El argumento es mucho más serio que el de anteriores films, y los personajes son mucho más complejos e interesantes. Los efectos visuales son adecuados, aunque la única batalla que se desarrolla en un ambiente urbano es una zona llena de fábricas, y eso resta mucha vistosidad a las escenas con los monstruos. Hay que decir que el efecto visual que transforma a los alienígenas en hombres-gorila es absolutamente magistral. King Caesar, que parece que va a ser uno de los temas principales de la película, acaba siendo relegado a una cortísima aparición al final del film, y creo que si se hubiera explorado adecuadamente, podría haber dado mucho de sí. La banda sonora podríamos calificarla de apropiada para el aventurero y colorista desarrollo de la acción, pero se echa en falta el misticismo y grandiosidad de los temas clásicos de Akira Ifukube. En general, se aprecia una clara mejora sobre los intentos anteriores de revivir al querido Godzie, pero no llega a cuajar totalmente.
Lo Peor:
Aunque se nota que el argumento está mas trabajado que el lamentable guión infantiloide de Galien, el monstruo de las galaxias ataca la Tierra, en el fondo es otra vez lo mismo de siempre: alienígenas perversos que únicamente quieren…invadir…¡invadir!…¡¡INVADIR!! (comenzando por Japón, por supuesto) y para ello utilizan al monstruo de turno. La originalidad se echa en falta. Para colmo, los extraterrestres parecen provenir directamente del planeta de los simios, y eso nos vuelve a recordar que los guionistas de Toho no se exprimen demasiado el cráneo al buscar inspiraciones para sus historias.
Al menos, los monstruos de CMDD son bastante interesantes y disimulan bastante la mediocridad de la historia. Y ya que hablamos de bichos, ¿por qué las apariciones deAnguirus se limitan a ser la «carnaza» del monstruo malvado? El pobrecillo siempre acaba aplastado, con el cuello roto, con la mandíbula partida u otras desgracias similares, y CMDD no es una excepción. Pasando a otro tema, ¡¿Por qué narices siempre tiene que haber alguna canción cuando se habla de leyendas orientales?! Entre las Aelinas y la sacerdotisa de CMDD, la serie de Godzie nos ha invadido con todo tipo de cánticos y melodías acarameladas que sólo consiguen recordarnos cuán infantil es lo que estamos observando. ¿No podrían ahorrárselo? Y para terminar, cuando el protagonista lanza al hombre-simio por la borda del barco, comenta que «su forma de caer no le ha gustado nada, ha sido extraña«; ¿qué quiere decir con eso? Al final no se explica el porqué de semejante comentario.
Montajes Alternativos, Versiones Extranjeras y Curiosidades Varias:
A raíz del éxito de la serie de televisión Bionic woman, la distribuidora americana Cinema Shares decidió estrenar la película con el título Godzilla versus the bionic monster. Eso enojó mucho a MCA/Universal (que era nada menos que la productora de Bionic woman), y amenazó con poner una demanda judicial contra la empresa. Sorprendentemente, MCA/Universal se salió con la suya y Cinema Shares se vio obligada a cambiar el título de la película por el de Godzilla versus the cosmic monster, eliminar los títulos de crédito y retirar los posters promocionales del film. ¿Cómo es posible que alguien (sea quien sea) impida a otro el uso de una palabra como cualquier otra, que aparece en los diccionarios? ¿Acaso Universal tiene derechos exclusivos sobre el uso de la palabra bionic? ¿Hay algún copyright que me impida utilizarla cuando y como a mí me dé la gana? No lo entiendo. Eso sí, es increíble comprobar cómo CMDD es un frangollo de ideas sacadas directamente de éxitos de los años 70: robots gigantes, alienígenas del planeta de los simios y los films del agente 007.
Por Rubén Ortiz (gamera77@hotmail.com)