Shin Godzilla

shin_godzilla__poster_final_1_med2

Título español: Shin Godzilla

Título americano: Shin Godzilla

Título japonés: Shin Gojira (Nuevo Godzilla)

Año: 2016

Duración: 120 minutos

Música: Shiro Sagisu

Director: Hideaki Anno, Shinji Higuchi

Productor: Taichi Ueda, Yoshihiro Sato, Masaya Shibusawa, Kazutoshi Wadakura

Guión: Hideaki Anno

Intérpretes: Hiroki Hasegawa, Yutaka Takenouchi, Satomi Ishihara

Monstruos: Godzilla

Argumento: Godzilla aparece en la ciudad mientras un grupo interminable de individuos dialogan sobre lo que hay que hacer.

 

sg_5

Una sensación de familiaridad me invadió allá por diciembre de 2014 cuando los estudios Toho confirmaron de forma oficial que estaban trabajando en una nueva producción propia de Godzilla poco después del estreno mundial de la versión americana dirigida por Gareth Edwards. Y digo familiaridad porque la situación me traía muchos recuerdos de lo acaecido en 1999, cuando Toho anunció por todo lo alto que volvía a ponerse tras las riendas de un nuevo proyecto interno del rey de los monstruos poquísimo tiempo después del esperpento americano perpetrado por Roland Emmerich, lo que finalmente sería conocido como la interesante “Godzilla 2000”. En ambos casos se regresaba de forma aparente a una iteración más familiar del monstruo estrella del estudio después de haber sido cedido a un estudio occidental y también de haber concluido ciclos muy específicos de películas protagonizadas por éste en su país natal. También se había repetido un anuncio de cierre de saga más o menos definitivo en las dos ocasiones, con películas que celebraban su despedida por todo lo alto. Así que no me sorprendió en absoluto el anuncio de “Shin Godzilla”, la verdad. Lo que no podría haber esperado ni con toda mi imaginación (que es mucha) es que iba a poder verla estrenada en los cines españoles.

sg_4Aunque el proyecto ya llevaba años gestándose (la elección de los directores se hizo en Marzo de 2013 a nivel interno), la fecha escogida por Toho para el anuncio público no fue una coincidencia: el estudio quiso aprovechar la estela y el ruido que había generado el film de Edwards en todo el mundo para devolver a las pantallas niponas a su creación más emblemática. Su contrato con Legendary Pictures no les impedía llevar a cabo sus propias películas simultáneamente a lo estrenado por la compañía americana, así que pensaron que era el mejor momento para revelar el proyecto. La idea era comenzar el rodaje en verano de 2015 para efectuar un estreno cinematográfico a mediados de 2016. En marzo de 2015, Toho anunció oficialmente los dos directores que iban a estar tras la cámara en su nueva película: nada menos que Hideaki Anno (especialmente conocido por el legendario anime “Neon Genesis Evangelion”) y Shinji Higuchi (que dirigió los espectaculares efectos visuales de la magnífica trilogía de Gamera de Shusuke Kaneko en la segunda mitad de los años noventa). La idea de Higuchi era “crear el Godzilla más terrorífico que los mejores efectos especiales de Japón sean capaces de hacer.” El rodaje se inició el 1 de septiembre de 2015 en la estación de Kamata en Tokio, y el título final de la película se anunció el día 23 del mismo mes: “Shin Gojira”, que se traducía literalmente como “nuevo Godzilla”, si bien Toho decidió efectuar la campaña de marketing en los mercados internacionales usando el malsonante título “Godzilla Resurgence”. Recuperando un esquema que ya ayudó a acuñar el origen del monstruo más de medio siglo antes, el film iba a absorber elementos de catástrofes reales para dar vida a lo narrado en la película: en este caso el desastre nuclear de Fukushima y el terrible tsunami de 2011. El rodaje concluyó a finales de octubre.

sg_16

sg_15

En diciembre de 2015, Toho reveló el primer trailer y el primer póster al mismo tiempo que confirmó la que iba a ser la fecha de estreno en los cines japoneses: el 29 de Julio de 2016 con una proyección especial previa en Tokio cuatro días antes. En ese momento, todo lo rodeado con el nuevo diseño del monstruo era una incógnita, y ese primer trailer no mostraba material alguno que hiciera vislumbrar qué íbamos a poder esperar de esta nueva y misteriosa producción del “gran G”. Eso no llegaría hasta mediados de abril de 2016, cuando un segundo trailer nos manifestó de forma clara el aspecto del remozado Godzilla, diseñado por Mahiro Maeda. Recuerdo poderosamente la extraña sensación que me provocó el visionado del mencionado trailer: un monstruo rígido y de limitadísima movilidad, de un diseño anguloso y de aspecto encarnado, con unos ojos pequeños de oscura mirada llena de maldad. Incluso diría que me provocaba incomodidad, un cierto malestar, aunque quizá esa era precisamente la intención.

IMG_20170120_221433_2

Listado de sesiones en la entrada del cine Cinesa Diagonal Mar Barcelona la noche del estreno

IMG_1369_2

Tras una proyección en el Festival de Sitges cortesía de la distribuidora A Contracorriente Films a principios de Octubre de 2016, la película se ha estrenado el 20 de Enero de 2017 de forma limitada en algunos cines españoles, junto a otras cuatro producciones adquiridas por la misma empresa en lo que han llamado el “Sitges Tour”. Ignoro qué tejemanejes llevaron a esta distribuidora a hacerse con los derechos de esta película, pero la nula publicidad y el ignorar por completo la posibilidad de contar con el apoyo de la (limitada, aceptémoslo) comunidad fan española me hacen pensar que el interés de adquirir esta película ha venido dado por cauces contractuales más que por un verdadero interés en ofrecer este film a las audiencias nacionales. Por mi parte, comprendo perfectamente la decisión de no efectuar un estreno general en los cines españoles: la película es una aborrecible e interminable sucesión de planos de cabezas parlantes pertenecientes a personajes intercambiables que se intercalan con brevísimos momentos en los que aparece un rígido e impersonal Godzilla que apenas realiza acción alguna aparte de mantenerse quieto entre los edificios de las ciudades. Cualquier cosa que sucede viene precedida y seguida por mil conversaciones anodinas y mediocres sobre lo que hay que hacer. No hay elementos de personalidad ni en el monstruo ni en los personajes humanos, no hay un drama o una línea de sentimiento en nada de lo que sucede: es como estar en una sala de oficinistas que realizan declaraciones de la renta para el populacho mientras al otro lado de las ventanas hay un monstruo gigante en mitad de la urbe. Aunque los atisbos de las mutaciones del monstruo son interesantes y originales, quedan enterrados entre la absurda mediocridad de todo lo que le rodea. Ni siquiera puedo salvar los créditos iniciales que intentan homenajear al clásico de 1954 o la utilización de los temas musicales de Akira Ifukube, que en este adefesio me causan escalofríos y me parecen un falta de respeto al compositor y a los creadores originales del monstruo. Del resto de la banda sonora de Shiro Sagisu poco puedo decir pues me ha pasado totalmente desapercibida.

sg_12

sg_11

Sí se puede intuir en el film una clara crítica a la burocracia y una especie de sátira política, pero no deja de resultar paradójico que se manifieste dicho enjuiciamiento realizando la película más burocrática que he visto en mi vida. Por eso me resulta tan difícil efectuar una valoración cinematográfica: tengo la sensación de haber asistido a una especie de “reality show” en una sala de congresos en lugar de una película. Y técnicamente hay poco que reprobar: la sensación de gigantismo del nuevo Godzilla está realizada de forma impecable, y el uso de los efectos digitales para la creación del monstruo en lugar de la más clásica “suitmation” no empaña el resultado que se muestra en pantalla. Por supuesto, pienso que está a años luz de lo que Higuchi creó en “Gamera 3: La venganza de Iris” en 1999, pero aun así, la factura técnica del film está más allá de toda crítica.

Quería que me gustara esta película, de verdad lo deseaba con todas mis fuerzas, pues la ocasión lo merecía: la primera película nipona del “gran G” que ha llegado a los cines españoles en más de tres décadas. Pero me ha sido imposible. Muchos fans han comparado esta “Shin Godzilla” con “Godzilla 1984” por su temática política, pero en mi caso me resisto a intentar equipararlas siquiera. El film de Anno e Higuchi me parece frío, sin sentimiento, sin alma. Exactamente igual que el Godzilla que han plasmado en la pantalla: un monstruo sin apenas significado, con una alegoría tenue y sin un origen claro, sin corazón. Quizá hay aquí una gran película que no he sabido apreciar y reconozco que el seguidor de la saga que hay en mi alma habla con mucha más fuerza que el cinéfilo que pueda tener en mi interior, pero como fan me he sentido insultado ante la que me parece, y con muchísima diferencia, la peor película de Godzilla de toda su historia.

Por Rubén Ortiz (gamera77@hotmail.com) [21 de Enero de 2017]

sg_6

Back to Top ↑