Título español: Hedorah, la burbuja tóxica |
Título americano: Godzilla versus the smog monster (Godzilla contra el monstruo de la contaminación) |
Título japonés: Gojira tai Hedorah (Godzilla contra Hedorah) |
Año: 1971 |
Duración: 85 minutos |
Música: Riichiro Manabe |
Director: Yoshimitsu Banno |
Productor: Tomoyuki Tanaka |
Guión: Yoshimitsu Banno, Kaoru Mabuchi |
Intérpretes: Akira Yamauchi, Hiroyuki Kawase, Toshie Kimura, Haruo Nakajima, Kenpachiro Satsuma, Toshio Shibaki, Keiko Mari |
Monstruos: Godzilla, Hedorah |
Argumento: Una crisis de contaminación se cierne sobre Japón. Del mar surge una extraña criatura que se alimenta de la polución. Gracias a ella, va creciendo desproporcionadamente. Se trata de una especie de burbuja vivente con capacidad para volar y dotada de aliento y sangre venenosa. Japón está en peligro y sólo Godzilla puede detener al monstruo. |
Análisis:
Después de 17 años de aventuras monstruosas, Godzilla entra en una nueva era: la psicodélica e irrepetible época de los años 70, con sus ambientes sucios y nublados, sus colores demenciales, su música paranoica y otros muchos detalles que convierten a esos años en una época totalmente singular. En Toho ya hacía mucho tiempo que las ideas se habían terminado (tal y como queda patente en la espeluznante La isla de los monstruos), y las kaiju eiga que se habían estrenado desde 1965 se habían limitado a repetir planteamientos y situaciones que comenzaban a cansar a los espectadores, cada vez menos numerosos. Así, para renovar la decadente serie se cambió a casi todo el equipo de producción y se escribió un guión basado en una temática muy de actualidad por aquel entonces: la contaminación. Además, para conseguir un aspecto más actual y acorde con los tiempos que corrían se añadieron algunas secuencias de animación, además de algunas paranoicas escenas llenas de colores con canciones chunda-chunda y unos títulos de créditos sacados de James Bond.
Otro de los claros objetivos de Toho era captar audiencia de todas las edades, así que se acentuó el tono infantil (aunque con la inclusión de escenas terroríficas y muy violentas), y se incluyó a un niño como protagonista, tal y como hacían los rivales de Daiei con su saga de Gamera (que, poco a poco iba ganándole terreno a Godzie). Otras novedades afectaron a los mismos monstruos: no apareció ninguno de los clásicos (excepto Godzilla, claro), y Hedorah es una nueva adición al universo kaiju de la Toho, al que nunca hemos vuelto a ver. Pero el mayor cambio se dio en el Gran G: por primera vez en su vida, Godzilla VUELA. Sí, sí, vuela por los aires como Superman. ¿Y cómo lo hace? La respuesta, más abajo. Resumiendo, ¿cuál fue el resultado de todas estas novedades? Pues una película realmente extraña, con momentos soberanamente aburridos y otros excelentes (como el ataque de Hedorah en la carretera). Las escenas animadas no son más que pegotes que explican gráficamente algunos aspectos de Hedorah, y las psicodélicas secuencias de baile acaban por cargar bastante al espectador. Además, el ritmo no está demasiado bien conseguido y no es ayudado por el repetitivo guión, que se limita a breves encuentros entre Godzie y Heddie, exceptuando por supuesto la laaaaaaaarga batalla final (de media hora), que no parece terminar nunca. HLBT sigue siendo, 27 años después de su estreno, la más controvertida y discutida película de Godzilla por sus fans.
Lo Mejor:
El ambiente nublado y gris es una maravillosa novedad que confiere una apariencia muy distinta a HLBT respecto al resto de kaiju eiga. También es muy interesante la utilización de un tema actual para presentar a los monstruos gigantes, algo que nunca se había hecho hasta entonces. Las buenas interpretaciones de los actores principales (incluyendo a Ken, el niñato de turno) ayudan a la credibilidad de ciertas secuencias bastante inverosímiles. La calidad de los efectos visuales va variando a lo largo del film, con escenas sumamente espectaculares (los vuelos de Hedorah sobre la ciudad) y otras realmente patéticas (como el vuelo final de Godzie y Hedorah por encima de los bosques). Aunque el guión no es demasiado variado ni original, sí incluye algunas secuencias absolutamente impresionantes: el ataque de Heddie a los coches de la ciudad es posiblemente una de las mejores escenas de la historia de las kaiju eiga (si obviamos su inverosimilitud, claro…), el primer encuentro de Ken y su padre con «el renacuajo Hedorah» mientras éste último bucea en el mar es terrorífico, o los siniestros vuelos de Hedorah sobre los edificios de Tokio mientras los ciudadanos caen ahogados por su pestilente vapor, una tétrica visión del monstruo que pone los pelos de punta al más pintado. Una secuencia muy curiosa (por la dificultad que debieron entrañar sus efectos visuales) es esa maravillosa escena en la que Ken avista la negra silueta de Godzilla desde la montaña rusa. Está bastante bien resuelta, con la utilización de un «matte» sobre un «frame» congelado en movimiento gracias a un zoom óptico artificial. Y ya que hablamos del kaiju protagonista, hay que decir que su enemigo Hedorah es una de las mejores creaciones de la historia de Toho, una especie de mole gigantesca que no parece capaz de aguantar su propio peso. Sus distintas transformaciones a lo largo del film y su espeluznante ambientación, junto a su aspecto (con esos demoníacos ojos rojos) ayudan a que Heddie resulte muy interesante al espectador, más aun cuando está basado en un problema real del mundo de hoy.
Lo Peor:
Una cosa que me desorientó bastante en mi primer visionado de HLBT es esa extraña tendencia de mostrarnos a los monstruos paseándose por las ciudades «como pedro por su casa«, sin que nadie más parezca inmutarse (excepto los protagonistas, por supuesto): ¿Acaso no resulta un tanto alarmante que haya dos monstruos de 50 metros enfrentándose en plena ciudad? Pues parece que no, porque nadie parece ver a Hedorah cuando ataca a los coches en la carretera, y eso que el automóvil de los protagonistas lleva un hermoso espejo retrovisor… Otra cosa que me desagradó es esa confusa conexión telepática entre Godzilla y Ken, ya que no queda explicada del todo y el espectador no puede evitar preguntarse por qué el niñato parece ser el único hombre en Tokio capaz de preveer las apariciones del Gran G. Hay otro detalle que me desconcierta un poco: ¿acaso el arma eléctrica que destruye a Hedorah al final del film no afecta también a Godzilla? Yo tenía entendido que ese ingenio servía para secar totalmente lo que se pusiera a su alcance; así que no comprendo cómo el Gran G resiste semejante efecto sobre su cuerpo. Tanto las escenas en dibujos animados como la psicodélica secuencia del baile discotequero setentón sobran de la película, y creo que deberían haber sido eliminadas del montaje final (excepto el desenlace de la escena de la discoteca, con la terrorífica visión del gato atacado por Hedorah).
Y esto nos lleva al vuelo monstruoso de Godzilla al final de la película: cuando parece que el film se ha terminado y el monstruo de la contaminación ha sido vencido, un nuevo Hedorah surge de los restos tóxicos y se da a la fuga en forma voladora. Godzie se abalanza sobre sí mismo, se enrolla la cola a su alrededor y dispara su rayo radioactivo para provocar su levantamiento del suelo y posterior acrobacia aérea…¡Qué penoso! Si la escena ya es ridícula de por sí, no ayudan demasiado las dos figurillas de plasticote que representan a Godzie y Heddie en pleno vuelo. ¿Por qué decidieron hacer volar a Godzilla? Si el monstruo sabía planear por los aires, ¿por qué no utilizó esa curiosa maniobra para luchar mejor contra King Ghidorah en Ghidorah, el dragón de tres cabezas, por ejemplo? Es una verdadera incongruencia que, afortunadamente, no volveríamos a ver (al menos hasta la fecha).
Montajes Alternativos, Versiones Extranjeras y Curiosidades Varias:
Aunque la versión americana de HLBT incluye en los títulos de crédito la aparición de un director y equipo de producción americanos, no existe diferencia alguna entre esa versión y la original japonesa, excepto por la desaparición del plano final que amenaza con la aparición de un nuevo Hedorah («¿Volverá?«).
Además, precisamente este film es calificado como uno de los kaiju eiga mejor traducidos en los Estados Unidos, donde los distribuidores de turno acostumbraban a traducir las frases originales como les daba la gana. Una de las cosas que más sorprendió a los espectadores en 1971 fue observar que HLBT contenía las primeras escenas de muertes producidas por kaijus en la historia de Godzilla. Así, podemos observar cómo los ciudadanos de Tokio perecen espantosamente tras respirar los gases tóxicos de Hedorah, las primeras muertes gráficas originadas por monstruos. Es curioso que se decidieran poner estas escenas precisamente en una película tan infantil como ésta, ¿quizá Toho quería concienciar como fuera a los niños del peligro de la contaminación? ¿Acaso lo hicieron para nivelar los temas infantiles y los temas adultos del film? Quién sabe…
Cambiando de tema, HLBT supone la última interpretación de Haruo Nakajima como Godzilla, puesto que el actor perdió el interés por la serie tras la muerte de Eiji Tsuburaya en 1969. Así, a partir de 1971 la interpretación del Gran G corrió a cargo de otros actores hasta llegar a 1984, con el comienzo de la serie de Heisei inaugurada con Godzilla. En ese semi-remake de Japón bajo el terror del monstruo, Godzie fue encarnado por Kenpachiro Satsuma, que no es otro que el intérprete de Hedorah en HLBT, aquí bajo el nombre de Kengo Nakayama. ¡Qué cosas! ¿No? Y ya para terminar, aunque el vuelo final de Godzie es irrisorio, existen fotografías que sugieren la existencia de algunas escenas más con Godzie en plenas maniobras voladoras, pero que posiblemente fueron eliminadas del montaje final.
Por Rubén Ortiz (gamera77@hotmail.com)




























